CAMINOS Y SENDEROS DE LA VIDA.
Cuando y donde los humanos se emocionan y sean capaces de hacer viajar la mente, la imaginación y contemplen desde los caminos y las sendas, en estos nuestros valles y laderas, el palpitar de las gentes trabajando los campos como hace décadas, trasladarse a ese encuadre histórico costumbrista, y que nos haga sentir un halo de nostalgia del pasado; el rugir del carro cargado de heno o el tañir de los campanos de las ovejas en la lejanía, escucharemos en nuestras almas el rigor del tiempo.
Son nuestros antepasados, nuestros ancestros, nuestra historia viva emergiendo a través de los resquicios que la naturaleza nos da. Seamos capaces de viajar en el tiempo e imaginarnos la vida hace 60, 70 u 80 años atrás. Estos caminos, estos senderos que han sido vigías permanentes del paso del tiempo. ¿Cuantos caminantes pasaron por ellos?. ¿Cuántos labradores los cruzaron camino de sus tierras de labor?. ¿Cuántos momentos de alegría, tristeza y cansancio soportaban sus gentes, son caminos de sudor y lágrimas de sangre, son testigos implacables perennes en el transcurso del devenir de la vida.
Como diría Antonio Machado
“ Caminante no hay camino se hace camino al andar,
y al volver la vista atrás
nunca verás la senda que has de volver a pisar”.
El Aula en la Naturaleza – Espinoso de Compludo